El recuerdo suena así...

En días pasados, estuve en mi pueblo TEOCELO, VERACRUZ, y por una petición mía le dije a mi mamá que buscara la cajita vieja dorada, y la encontró, una muelita de leche de mi hermana bloqueaba las aspas que la hacen funcionar y tras haberla reparado, me senté fuera de la puerta a mirar a lo lejos el Cofre de Perote, accionándola al mismo tiempo que encendí la grabadora que en Chiapas me había prestado mi amigo Dr. Smuu, quien con mucho corazón y talento navega en las ondas sonoras y las comparte con el mundo, aquí: www.archivosonoro.org, les invito a entrar en esta gran recopilación de paisajes, ambientes y momentos de la historia y del tiempo:

Mi caja sonó así: http://www.archivosonoro.org/?id=298
Mi mamá cuenta que en 1979, cuando nací, le regalaron esta caja, no se de quién es la melodía; pero en cuanto la escucho mis recuerdos se convierten en instantes que casi puedo palpar: un tocador antiguo alto, la colonia jean natté y el english leather, en el cuarto de mis papás; el olor a humedad de una casa vieja y las puertas rechinando con el soplo del aire filtrándose por las ventanas, incluso recuerdo la colcha azul brillante que tenía flequitos y la cual ocupamos muchas veces como carpa de circo.

Hace unos días pasé por esa casa, está abandonada, poco después de que mi papá la vendiera los dueños se fueron al D.F., hace más de 20 años que está sola. Me encantaría volver a visitarla.

Sin embargo, al escuchar la melodía de la cajita, cierro los ojos, abro la puerta, veo el espejo enorme, suspiro, respiro, camino; me interno en ella, bella majestuosa y solitaria, incluso el polvo luce bien, miro arriba, las tejas siguen siendo extrañas, me pregunto si al irnos nosotros también huyeron las ratas.

El silencio ensordece, la soledad conserva, mata y oscurece las paredes, ya no está aquel gobelino viejo y suavecito de caballos, ya las ventanas no soplan, pues se mantienen cerradas, el pasado ya pasó, solo una fibra delgada y tambaleante me mantiene en este hermoso recuerdo, solo unas notas me transportan al lugar donde por primera vez logré escuchar, donde dejé sonidos atrapados que me siguen liberando.

Gracias a mis amigos del archivo sonoro.