Un papel de pequeñas dimensiones, una pluma, tinta china, un disco eterno de mp3 escogidos para pensar, y una mesa apolillada que espera enamorada a que mis piernas entren en sí, un plato hormigado en el fregadero que se sabe solo y utilizado, dos personas vitrinas con el corazon exhibido solo para mí caminando a mi alrededor y una casa ajena propia pintada de blanco, donde como chimenea humeante sale vapor verde y azul de quienes la habitan.
Me gusta dibujar, adoro salirme de la realidad con insectos caballerosos y objetos valientes y tiernos, me gusta crear personajes como si yo fuese un micro-Dios urbano y tuviera mi micro mundo de humanoides humanos, como un árbol de banano, me gusta sacar el odio al sistema desistemizandome por un rato, aunque mis dibujos valgan poco menos que un simple banano.
La vida vale un plátano, lo que no es negativo sino que la hace deliciosa y placentera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario